
El uso de juegos pirotécnicos durante las celebraciones de Navidad, Año Nuevo y Fiestas Patrias constituye una práctica cultural extendida en el Perú. Sin embargo, esta tradición conlleva riesgos significativos para la salud pública, especialmente para niños, niñas y adolescentes, quienes representan uno de los grupos más vulnerables frente a lesiones por quemaduras, mutilaciones y secuelas físicas y psicológicas permanentes. Diversas instituciones nacionales e internacionales han advertido que los accidentes por pirotecnia no son hechos aislados, sino eventos recurrentes y previsibles, particularmente en los meses de diciembre y julio, cuando se incrementa la manipulación de estos artefactos (MINSA, 2025). En este contexto, resulta necesario dimensionar la magnitud del problema de las quemaduras asociadas al uso de juegos pirotécnicos y revisar la respuesta normativa desarrollada en el país frente a este riesgo.
Las quemaduras constituyen un problema relevante de salud pública a nivel mundial y afectan de manera desproporcionada a la población infantil. A nivel internacional, se ha documentado que miles de niños requieren atención médica anual por lesiones relacionadas con quemaduras, muchas de ellas prevenibles y asociadas a prácticas culturales o recreativas inseguras (Portales Médicos, s.f.).
En el Perú, las quemaduras representan una de las principales causas de morbilidad y mortalidad por trauma, solo superadas por los accidentes de tránsito. De acuerdo con el Ministerio de Salud, hacia finales de cada año se registra un incremento sostenido de casos de quemaduras, particularmente aquellas vinculadas al uso indebido de juegos pirotécnicos durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo (MINSA, 2025). Esta tendencia también se observa en el mes de julio, coincidiendo con las celebraciones por Fiestas Patrias, periodo en el que aumenta el acceso y la manipulación de estos artefactos.
El Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) ha reportado que, durante lo que va del año 2025 se atendieron más de 200 niños hospitalizados por quemaduras, evidenciando la magnitud del problema a nivel nacional. Asimismo, la institución ha identificado que los meses de julio y diciembre concentran un aumento considerable de quemaduras causadas por pirotécnicos, situación que se repite de manera sistemática año tras año (INSN, 2025). Por ejemplo, en algunos hospitales especializados, se ha observado un incremento alarmante de casos: durante el año 2022 se registraron 8 menores con quemaduras por pirotecnia, mientras que en 2023 la cifra ascendió a 19 casos, lo que representa un aumento del 137,5 % en un solo año (La Web de la Salud, 2024).
Estas lesiones suelen ser de mayor gravedad que otros tipos de quemaduras domésticas, ya que pueden ocasionar amputaciones, compromiso funcional de extremidades, lesiones faciales y secuelas permanentes que requieren tratamientos prolongados, cirugías reconstructivas y rehabilitación integral.

La gravedad de este tipo de lesiones no es un fenómeno reciente, sino que forma parte de una problemática histórica asociada al uso indiscriminado de productos pirotécnicos en el país evidenciada en el incendio ocurrido en la zona comercial de Mesa Redonda, en Lima, el 29 de diciembre de 2001. Este evento ocasionó el fallecimiento de 277 personas, cientos de heridos y pérdidas materiales millonarias, y reveló graves deficiencias en la fiscalización, el almacenamiento y la comercialización de pirotécnicos de uso civil (Arce-Palomino, 2008). A partir de este suceso, el Estado peruano fortaleció el marco normativo que regula la importación, fabricación, almacenamiento, transporte, comercialización y uso de productos pirotécnicos.
Actualmente, el país cuenta con un conjunto de leyes, decretos y ordenanzas municipales orientadas a reducir los riesgos asociados a estos artefactos. Sin embargo, diversos estudios y reportes institucionales advierten que persisten prácticas informales y clandestinas, como la fabricación artesanal de pirotécnicos prohibidos, el contrabando y la venta ilegal en espacios no autorizados, lo que incrementa el riesgo de accidentes, especialmente en contextos festivos (Arce-Palomino, 2008).
La Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec) ha señalado que, durante la temporada de fin de año, las atenciones por quemaduras en menores aumentan hasta en un 30 %, y que una proporción significativa de estos casos proviene de regiones del interior del país, lo que evidencia brechas en prevención y acceso oportuno a servicios especializados (Sucamec, en Caretas 2025). Esta situación pone de manifiesto que, pese a la existencia de un marco normativo, la aplicación efectiva de las normas y la prevención primaria continúan siendo desafíos pendientes.

Desde una perspectiva clínica y psicosocial, las quemaduras ocasionadas por pirotécnicos presentan características particulares que las diferencian de otros tipos de lesiones térmicas. A diferencia de las escaldaduras por líquidos calientes, que suelen ser superficiales, los accidentes por pirotecnia pueden provocar quemaduras profundas, amputaciones de dedos o extremidades, lesiones en rostro y ojos, así como daños funcionales irreversibles (INSN, 2025).
Estas lesiones no solo implican hospitalizaciones prolongadas, cirugías reconstructivas e injertos de piel, sino también procesos de rehabilitación física y apoyo psicológico que afectan de manera profunda la vida del niño y de su familia, generando costos sociales y económicos a largo plazo (Rojas & Bori, 2019).
La evidencia disponible en el Perú y en otros contextos demuestra que las quemaduras ocasionadas por juegos pirotécnicos en niños y adolescentes son eventos altamente prevenibles. En este sentido, las estrategias de prevención deben abordarse desde un enfoque integral que articule acciones familiares, comunitarias e institucionales.
En primer lugar, la prohibición total de la manipulación de pirotécnicos por parte de niños, niñas y adolescentesconstituye la medida más eficaz para reducir el riesgo de quemaduras graves y mutilaciones. Especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño han advertido que incluso los pirotécnicos de aparente baja peligrosidad contienen sustancias químicas que pueden provocar lesiones profundas, amputaciones y daños irreversibles, aún bajo supervisión adulta (INSN, 2025).
En segundo lugar, resulta indispensable fortalecer la fiscalización y el control de la comercialización de productos pirotécnicos, priorizando la erradicación del comercio informal y clandestino. La Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil ha señalado que la venta ilegal de pirotécnicos se incrementa durante las festividades de julio y diciembre, elevando el riesgo de accidentes en espacios públicos y domicilios (Sucamec, en Caretas 2025).
Asimismo, se recomienda promover campañas sostenidas de educación y sensibilización dirigidas a padres, cuidadores y comunidades, que no se limiten a la transmisión de información, sino que busquen modificar prácticas culturales normalizadas que ponen en riesgo la integridad de la infancia. La articulación entre el sector salud, el sistema educativo y los medios de comunicación resulta clave para generar cambios de comportamiento sostenibles (Rojas & Bori, 2019).
Desde un enfoque de salud pública, es fundamental fortalecer la capacidad de respuesta del sistema sanitario, especialmente en regiones distintas a Lima, donde la derivación oportuna de niños con quemaduras graves se ve limitada por la falta de recursos especializados. La concentración de casos atendidos en hospitales de referencia evidencia la necesidad de una mayor descentralización de servicios de atención integral al paciente quemado (MINSA, 2025).
Finalmente, se recomienda impulsar alternativas seguras de celebración, tales como espectáculos pirotécnicos autorizados y controlados, o actividades recreativas que no impliquen el uso de materiales explosivos. Estas opciones permiten preservar el carácter festivo de las celebraciones sin comprometer el derecho de los niños y adolescentes a la salud, la seguridad y la integridad física (ONU, 1989).
En ese sentido, las recomendaciones propuestas no solo responden a la evidencia disponible, sino que constituyen acciones viables y urgentes para reducir un daño evitable.

Conclusiones
La evidencia disponible demuestra que las quemaduras por juegos pirotécnicos en niños y adolescentes en el Perú no constituyen hechos fortuitos, sino eventos recurrentes y prevenibles, concentrados principalmente en los meses de julio y diciembre. Las consecuencias físicas, psicológicas y sociales de estas lesiones justifican la necesidad de reforzar políticas públicas, estrategias educativas y campañas de sensibilización orientadas a proteger a la infancia.
Reducir el uso de pirotécnicos de uso civil, fortalecer la corresponsabilidad familiar y promover una cultura de prevención son acciones indispensables para garantizar celebraciones seguras y respetuosas del interés superior del niño.
Referencias
Arce-Pe-Palomino, J. (2008). Grandes incendios urbanos: Mesa Redonda, Lima 2001. Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, 25(1), 118-124. http://www.scielo.org.pe/pdf/rins/v25n1/a14v25n1
Rojas, J. & Bori, M. (2019). Los fuegos artificiales y la pirotecnia: agentes causales prescindibles. En Compendio del IV Congreso Internacional de Pedagogía Hospitalaria. REDLACEH. COANIQUEM.
Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN). (2025). Alerta sobre el incremento de quemaduras por pirotécnicos en meses festivos. https://www.infobae.com/peru/2025/12/04/insn-alerta-sobre-el-peligro-del-uso-de-pirotecnicos-en-menores-de-edad-por-fiestas-de-navidad-y-ano-nuevo/
La Web de la Salud. (2023). Más niños y niñas quemados por pirotecnia en el 2023.
https://lawebdelasalud.com/mas-ninos-y-ninas-quemados-por-pirotecnia-en-el-2023/
Ministerio de Salud del Perú (MINSA). (2025). Atenciones por quemaduras infantiles en el INSN Breña.
Portales Médicos. (s. f.). Quemaduras por juegos pirotécnicos.
https://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/1916/1/Quemaduras-por-juegos-pirotecnicos
Ilustración Peruana Caretas (2025, 11 de diciembre). Sucamec advierte a padres por incremento de quemaduras en menores por pirotécnicos. Consulta 21 de diciembre de 2025. https://caretas.pe/nacional/sucamec-advierte-a-padres-por-incremento-de-quemaduras-en-menores-por-pirotecnicos/
Aniquem, en coordinación con el Hospital Regional de Lambayeque, llevó a cabo una importante campaña quirúrgica reconstructiva, beneficiando a 18 pacientes con secuelas graves de quemaduras. Durante cuatro días consecutivos, se operó a un promedio de 4 pacientes por día, priorizando los casos más complejos y funcionalmente limitantes.
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Aniquem, en alianza con el Hospital Regional del Cusco llevará a cabo entre el 2 y 6 de junio la Campaña Quirúrgica “Sanando juntos” por el cual operará gratuitamente a 40 niños y adolescentes del Cusco y de la Macro Región Sur que tengan secuelas de quemadura que les impidan desenvolverse con normalidad.
En 2024, el Perú, con aproximadamente 34 millones de habitantes, generó anualmente un promedio de 8,450,715 toneladas de residuos sólidos (MINAM, 2024). Según el Ministerio
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